Si eres apasionado sobre el medio ambiente o en la investigación médica, hay tantas causas que valen la pena y que necesitan gente con habilidades como tú. El repagar a la comunidad puede tomar varias formas. Puedes donar una porción de tus ahorros a la caridad, puedes ofrecerte como voluntario o donar artículos que ya no usas. Hacer un impacto, cambiar las vidas de otras personas y construir un futuro mejor son recompensas que te benefician cuando repagas a la comunidad.
Cuando se habla de dinero, es mejor donar con un plan en mente. Las contribuciones a la caridad deben ser incluidas en tu presupuesto. Sin embargo, asegúrate de darle prioridad a tus necesidades. No quieres donar todo tu dinero y quedarte con nada para tu vida cotidiana. Al guardar dinero para tus objetivos, piensa en otras formas de usar tu dinero. Aunque quieras ahorrar para un par nuevo de auriculares, sería aún más valioso guardar una cantidad pequeña para las causas que te importen.
Cuando ahorras dinero para donar a una caridad, haz un plan para la cantidad que quieres donar. Quizá quieres guardar 10% de tu mesada cada semana. Si recibes $10 a la semana, eso sería $1 por cada mesada. ¿Has seleccionado una causa? Invita a tus familiares y amigos para involucrarlos también. Las contribuciones de un grupo pueden tener un mayor impacto.
Puedes ofrecer tu tiempo como tutor a otros niños en tu barrio.
Puedes vender tus creaciones y donar las ganancias a una causa que te importe.
Puedes usar esa habilidad y entrar en una carrera de caridad.
Si no tienes tiempo para ser voluntario, considera la donación de artículos a la caridad. Ya sean libros que ya no lees o ropa que ya no te queda, el donar tus cosas usadas a la caridad puede ayudar a otra persona que las necesita. Revisa las cosas que ya no quieres y busca a una caridad que acepta este tipo de donaciones. Asegúrate que las cosas estén en buen estado – no dones una cosa que está rota o súper usada.